¿Líderes de TI o guardaespaldas de los datos?
El desafío de los líderes de TI no es solo gestionar los datos, sino hacerlo en un entorno donde las amenazas digitales están en constante evolución. Día tras día, las empresas generan volúmenes masivos de información que deben protegerse, no solo por razones de cumplimiento normativo, sino para salvaguardar su competitividad y reputación.
De acuerdo con ESET Security Report 2024, el 30% de las organizaciones en América Latina sufrió al menos un incidente de seguridad en 2023. Además, el 23% de las empresas reportó intentos de ataque de ransomware en los últimos dos años.
De otro lado, el reporte de IBM IBM Cost of a Data Breach Report 2024 revela que el costo promedio en dólares por filtración de datos en Latinoamérica es de $2.76 millones. Las filtraciones en el sector industrial y financiero fueron las más costosas, con costos promedio de $3.54 millones y $3.22 millones, respectivamente.
Los ataques de phishing fueron el vector inicial más común, representando el 16% de los incidentes y un costo promedio de $2.91 millones por filtración. Además, el 14% de las filtraciones involucraron credenciales robadas o comprometidas. Las cifras provienen del IBM Cost of a Data Breach Report 2024.
Estas estadísticas nos muestran un horizonte complejo con amenazas reales cada vez más cercanas en donde la pregunta nos es si seremos atacados o no, sino cuándo y que tan costoso podría ser.
Sin embargo, ciberseguridad y protección de datos a menudo significa retos complejos: ¿Sacrificamos velocidad y agilidad para obtener más seguridad? ¿Cómo invertir en nuevas herramientas sin desbordar los presupuestos? Estas preguntas persisten, y la respuesta no siempre es sencilla.
La realidad en los departamentos de TI en Latinoamérica es una constante carrera contra el tiempo y la escasez de recursos. Cuando los problemas ocurren los equipos deben reaccionar con rapidez lo que generalmente implica dedicar más tiempo y recursos a atender emergencias en lugar de anticiparse a los riesgos. Esta respuesta reactiva genera estrés en los equipos, reduce la eficiencia comprometiendo el rendimiento del negocio.
El reto es cómo lograr que las empresas sean más resilientes con el menor impacto negativo en los procesos y presupuestos. Si bien muchas organizaciones se han acostumbrado a soluciones fragmentadas, es posible pensar de manera más holística, protegiendo los datos de forma inteligente y sin perder de vista el rendimiento y la eficiencia.
Este es el momento de repensar la manera en que abordamos la protección de los datos. No se trata solo de implementar más medidas de seguridad, sino de hacerlo de manera estratégica, anticipándose a los problemas antes de que ocurran. Y eso requiere herramientas que ofrezcan una defensa robusta sin complicar la operación.
Mi recomendación es acercarse a nuevas herramientas y tecnologías como IBM Storage Defender; evaluar como adoptarlas y conocer de primera mano cómo pueden reducir costos de operación, ofrecer flexibilidad en la adopción y proteger los sistemas en múltiples capas [Conocer más de IBM Stoarge Defender]. Con una protección inteligente y anticipada, los equipos de TI pueden ganar tiempo, minimizar riesgos y empezar a centrarse en lo que realmente importa: apoyar desde la tecnología al crecimiento del negocio.
¿De qué manera están modernizando sus infraestructuras para anticiparse a los retos del mañana? Me gustaría conocer cómo están preparándose para este desafío.
Gracias,
Alfonso L. Mogollón
Gerente Comercial
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