Grupo de personas reunidas


Una mirada a una nueva clase de trabajadores

Los avances tecnológicos, el aumento de la longevidad gracias a la ciencia y el desarrollo de la conciencia del bienestar; además de la disminución de la natalidad están cambiando la forma en la que trabajamos lleva a vidas laborales más largas. Sumado esto a una clara tendencia decreciente de la natalidad que se manifestará en menos personas entrando al mercado laboral, exigen a los trabajadores una adaptación permanente a nuevos ambientes y desarrollo de mejores habilidades empujadas por una necesidad de entrenamiento continuo.

El envejecimiento de la población y la caída de la natalidad es una realidad comprobada con estadísticas contundentes. De acuerdo con datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, el número de personas mayores de 65 años crece a mayor velocidad que el grupo compuesto por menores de 64 años (entre 15 y 64 años). Con menos personas entrando al mercado laboral formal y, por lo tanto, con la disminución de los aportes a los fondos de jubilación será cada vez más difícil sostener el pago de pensiones de retiro. Los trabajadores mayores de 65 años podrían seguir activos por mucho más tiempo.

Desde ya, las empresas deben pensar en entornos laborales inclusivos y flexibles, ofreciendo oportunidades a una nueva clase de trabajadores. Con la alta probabilidad de que trabajadores de mayor edad valorados por su experiencia continúen en sus cargos gracias a esa experiencia y a la caída en la disponibilidad de talento joven; además, de la normalización de formatos de trabajo híbrido y el aumento de nómadas digitales como parte del equipo de trabajo permanente, obligará a las oficinas de recursos humanos a desarrollar mejores estrategias ofreciendo oportunidades “fuera de la caja”, flexibilidad y planes de desarrollo permanente pensando en la diversidad generacional.

Pero no solamente las empresas deberán pensar en cómo adaptarse a las nuevas realidades. Para los trabajadores también hay un cambio de paradigmas. Las tres etapas conocidas de educación, trabajo y jubilación no son tan válidas en este nuevo entorno. El desafío es combinar estudio, trabajo, ocio para conseguir una vida plena. No limitar el estudio a la etapa de la juventud o el ocio a la jubilación. El aprendizaje continuo es importante para mantenerse relevante en ambientes laborales exigentes. Formarse continuamente es tener la capacidad de combinar experiencia con nuevo conocimiento que resulta en una mezcla poderosamente valiosa.

La recomendación ideal sería combinar de forma dinámica estudio, trabajo y ocio y no limitar actividades a una edad particular. Es ridículo posponer los planes personales a la jubilación o limitar el aprendizaje a la juventud. Combinar formación trabajo y ocio buscando un equilibrio constante entre las diferentes facetas de la vida proporciona estabilidad y bienestar permanente. Sin embargo, algunas empresas no consiguen entender los cambios y se limitan mantener los antiguos hábitos. Muchos trabajadores están reevaluando sus prioridades buscando más control sobre su tiempo y entorno de trabajo.

El deseo de mayor autonomía ha traído un fenómeno que expertos llaman “la gran renuncia” que no es más que el abandono masivo de empleos que no ofrecen las condiciones que los trabajadores están deseando. Todo esto toma más fuerza si consideramos que muchos de esos trabajadores permanecerán por más tiempo en sus cargos gracias a una mayor longevidad y el riesgo de no conseguir una jubilación segura. Hoy y en el futuro el trabajo será apenas una parte de un propósito de vida que incluye otras prioridades como la familia, los amigos, aficiones y la salud.

El despertar de una nueva conciencia en un grupo cada vez más grande de personas trae nuevas prioridades como, por ejemplo, el cuidado de la salud que incluye mejores hábitos de alimentación, rutinas de ejercicio constante y mejor capacidad en el manejo del estrés. De acuerdo con los datos del Banco Mundial, la esperanza de vida mundial pasó de 51 años en 1950 a 72 años en 2022. Cuidar cuerpo y mente es ahora más relevante para este grupo de personas que esperan una longevidad mayor y una vida activa más larga.

Esta nueva clase de trabajadores busca entornos laborales que se adapten a sus necesidades y no al revés. Esta flexibilidad en las condiciones laborales permite que la fuerza de trabajo crezca alcanzando sus metas personales incluyendo la realización profesional que se manifestará como mayor eficiencia en el trabajo permitiendo que la empresa sea más competitiva o incluso mejor posicionada para innovar y desarrollar un valor diferenciador para su mercado. Sin personas nada sucede en una empresa. Un líder asertivo conoce ese potencial y velará por motivar a su equipo entendiendo sus prioridades.

En las mesas de dirección y en la mente de los mejores líderes debe estar la premisa de que la adaptación a nuevas realidades ya no es un objetivo secundario. Es prioridad y el camino para ganar ventaja competitiva y productividad. Los planes estratégicos de una empresa con la visión puesta en el futuro y la permanencia en los negocios deben incluir las tareas para forjar una cultura de trabajo dinámica, inclusiva y flexible. El trabajo ya no será como antes y aquellos que insistan en mantener viejos hábitos corren el riesgo de quedar fuera del mercado en un entorno cada vez más competitivo.

¿Les hace sentido? Me gustaría conocer cómo están preparándose para este desafío.

Alfonso Mogollón©

Imagen generada con IA y Microsoft Designer

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